Pieles con acné
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Las Pieles con Acné deben tener una rutina muy especial de limpieza, sobre todo para evitar infecciones. El acné es una afección cutánea que causa granos o "barros". Las espinillas blancas (comedones cerrados), las espinillas negras (comedones abiertos) y las pápulas rojas e inflamadas, y los nódulos o quistes se pueden desarrollar. Estos aparecen con mucha frecuencia en la cara, el cuello, la parte superior del cuerpo y la parte superior de los brazos. |
El acné se produce cuando los diminutos poros en la superficie de la piel resultan obstruidos. Los poros pueden resultar bloqueados por sustancias en la superficie de la piel. Más comúnmente se desarrollan de una mezcla de aceites naturales de la piel y las células muertas deshechas desde el interior del poro. Pero cualquier persona puede tener acné.
El acné es una enfermedad de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos se obstruyen con aceite y células muertas de la piel. Esto puede causar puntos negros, puntos blancos, pústulas y nódulos dolorosos debajo de la piel. El acné es común durante la adolescencia, pero también puede afectar a adultos.
El acné puede ser causado por factores como los cambios hormonales, la genética, el estrés y los hábitos de cuidado de la piel. El tratamiento del acné puede incluir el uso de productos tópicos, como cremas y geles, y en algunos casos, medicamentos recetados por un médico.
Pieles con Acné tratadas con Sublime Oils
La piel con acné es un tipo de piel que puede ser bastante desafiante de cuidar. El acné puede afectar a cualquier persona, independientemente de la edad o el género, y puede tener un impacto significativo en la autoestima y la confianza de las personas.
El acné se produce cuando los folículos pilosos se obstruyen con aceite y células muertas de la piel, lo que crea un ambiente ideal para que las bacterias se multipliquen. Esto puede causar inflamación y enrojecimiento, así como la formación de espinillas, puntos negros y quistes.
Uno de los primeros pasos en el cuidado de la piel con acné es identificar su tipo. El acné puede ser leve, moderado o grave, y el tipo de tratamiento que se necesita dependerá de la gravedad del acné.
Para el acné leve, puede ser suficiente utilizar productos de cuidado de la piel suaves que no obstruyan los poros y ayuden a eliminar el exceso de aceite de la piel. Los productos con ingredientes como el ácido salicílico y el peróxido de benzoilo pueden ser efectivos para tratar las espinillas y los puntos negros.
Para el acné moderado o grave, puede ser necesario un tratamiento más intensivo, como los medicamentos recetados por un dermatólogo. Los tratamientos tópicos y orales, como los retinoides, los antibióticos y los medicamentos antiinflamatorios, pueden ser efectivos para tratar el acné moderado o grave.
Además de los productos y tratamientos específicos para el acné, es importante mantener una buena higiene de la piel. Esto incluye lavarse la cara dos veces al día con un limpiador suave y evitar tocarse la cara con las manos sucias.
También es importante evitar productos de cuidado de la piel que contengan aceites pesados o fragancias fuertes, ya que estos pueden obstruir los poros y empeorar el acné
Redacción Virginia Martínez Rosauro Actualización: 09/03/2023 Revisión Sergio Simón Aniorte Especialista en el Cuidado de la Piel
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